lunes, 9 de noviembre de 2009
Museo Nacional de Ciencia y Tecnología “Leonardo da Vinci”
Via San Vittore 21 – Milán
En la Europa contemporánea, la relación entre mujeres y tecnologías se ha vuelto cada vez más compleja, articulándose a lo largo de algunas directrices contradictorias. De hecho, dada la importancia de las tecnociencias en la vida profesional actual, la escasez de mujeres empleadas de forma estable en las profesiones tecnocientíficas es un problema sin resolver.
Ciertamente, no existe ninguna diferencia en el rendimiento escolar entre chicas y chicos. De hecho, las chicas obtienen excelentes resultados en todas las materias, tanto en la educación escolar como en la universidad. Sin embargo, pocas eligen estudios tecnocientíficos. Aún menos son las mujeres que se encaminan hacia carreras profesionales en estos sectores, y solo una minoría alcanza posiciones profesionales comparables a las masculinas.
Sin embargo, las mujeres han demostrado no solo ser usuarias atentas de las tecnologías, expresando sabiduría y creatividad al adaptarlas a su sistema de relaciones sociales y a la necesidad de sostenibilidad, sino también saber aportar una contribución cada vez mayor a la creación de tecnologías y a la introducción de innovación.