Enfrentar los desafíos económicos que esperan al mundo femenino nunca ha sido tan urgente. Muchas mujeres no son conscientes del contexto económico, jurídico y tecnológico que puede desordenar sus vidas. ¿Cómo enfrentar hoy estos desafíos económicos? “Matrimonios & Patrimonios” (Hoepli Editore), escrito por Debora Rosciani , periodista de Radio 24 y Roberta Rossi Gaziano , consultora financiera independiente, proporciona a las mujeres (y a los hombres de hoy) una caja de herramientas ideal para enfrentar un contexto cada vez más desafiante. Para las mujeres, ante todo.
Factores específicos como la frecuente dependencia económica, la mayor longevidad, carreras más discontinuas, pensiones más reducidas y escasa familiaridad con el mundo de las inversiones las convierten en una categoría con mayor riesgo de empobrecimiento.
En Italia, una de cada dos mujeres no trabaja y esto representa un riesgo para las familias con un solo ingreso, ya que la llegada de la automatización podría volver obsoletas a categorías enteras de trabajadores, incluso en sectores considerados absolutamente seguros.
Las mujeres enfrentan un riesgo específico adicional conocido como riesgo de longevidad, literalmente el riesgo de sobrevivir a su propio patrimonio, debido a su mayor longevidad junto con pensiones más modestas. Las mujeres mayores que viven solas son, según el Istat, una de las categorías con mayor riesgo de pobreza. La menor alfabetización financiera de las mujeres es otro de los puntos críticos, que las hace más propensas a distorsiones cognitivas. Un país que continúa manteniendo más de 1300 mil millones inactivos en cuentas corrientes y que tiene en la vivienda propia la principal fuente de riqueza familiar, corre el riesgo de empobrecerse.
Dotarse de las bases mínimas para enfrentar el mundo de las inversiones, comprender el contexto económico actual y planificar el propio futuro financiero es importante para no sufrir una disminución nada feliz.
Se necesita una caja de herramientas para no enfrentar desprevenidos los desafíos que nos esperan. Para no tener que decir algún día "Ah, si lo hubiera pensado antes".
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